Madrid, 27 nov (EFEverde):_ "Las empresas que practican una política de reducción de impacto ambiental ahorran dinero", asegura el director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Coca-Cola España, Pedro Antonio García, quien expresa convencido que "si no se cree en el cambio climático" es difícil trabajar en la compañía.
Pregunta.- ¿Es posible una práctica empresarial medioambiental en momentos de crisis?
Respuesta.- No solamente es posible sino que además es imprescindible para salir de la crisis. El concepto de medio ambiente está muy vinculado al de sostenibilidad y precisamente lo que ha generado la crisis es un crecimiento insostenible. Lo que hay que hacer en recuperar la cordura, la racionalidad y tener en cuenta ese concepto básico de sostenibilidad y de protección del entorno.
P.- Según datos proporcionados por Deloitte, para el 46 por ciento de las empresas, el cambio climático genera nuevas posibilidades de negocio, mientras que otro 50 por ciento lo considera un coste económico. ¿Con cuál de las dos afirmaciones se queda usted?.
R.- Ese 50% de empresas con toda seguridad no son líderes y mi opinión es que lo tendrán complicado. Una persona que quiera trabajar en Coca-Cola si no se cree el cambio climático lo tiene muy difícil porque se encontraría en un entorno cultural, corporativo en el que no va a entender nada. Nuestras prioridades pasan por prevenir el cambio climático. Como empresa estamos comprometidos en reducir nuestras emisiones y servir como ejemplo de cómo se puede hacer.
P.- De la acciones desarrolladas por la compañía para la protección medioambiental. ¿Cuáles destacaría y por qué?
R.- Entre nuestras prioridades está el desarrollo de la actividad empresarial de forma sostenible basado en tres pilares: uso racional del agua, la protección del clima y los envases sostenibles siguiendo el Sistema de Gestión Medioambiental de empresa llamado KORE. Nuestro compromiso con el uso racional del agua se concreta en la reducción de la cantidad que usamos en la producción, reciclar la que utilizamos y devolverla a la naturaleza. El más cercano -ha dicho- es reducir el gasto de agua en un 20% en 2012. Una política que venimos aplicando desde 2004 y que ha dado muy buenos resultados. Un ejemplo de ello ha sido el programa "Water Savers". Los empleados se especializaban en distintas áreas de fabricación, proponían procedimientos de ahorro, y se estimaba la inversión necesaria para su puesta en práctica". "Lo que este programa demostró, es que las políticas de reducción del impacto ambiental hacen ahorrar dinero a las empresas. Este tipo de iniciativas siempre nos han resultado rentables".
P.- ¿También los envases son una parte importante del proceso productivo?
R.- Lo son y por eso se vigila que sean sostenibles y reciclables. Hemos puesto en marcha programas enfocados a eliminar o minimizar los residuos que se generan. En 2009 se han reciclado en planta el 83,3% de todos los residuos (1,3 puntos más que el año anterior); se han generado 29.115 toneladas de residuos en las plantas embotelladoras lo que ha supuesto casi un 22% menos que en 2008 y se han utilizado casi 4.000 toneladas menos de materiales en la fabricación de envases. Lo interesante de la reducción del impacto ambiental es que además ahorras dinero. Siempre nos ha resultado extraordinariamente rentable. Esta política de sostenibilidad "nos ha llevado, además, a pedir a nuestros proveedores que adopten la ISO 14.001 medioambiental y a decirles que tenemos en cuenta la certificación FSC, que garantiza que el papel que utilizamos en las etiquetas proviene de bosques que han tenido una gestión sostenible".
P.- ¿Cómo una gran multinacional puede contribuir a frenar el calentamiento global?
R.- Nuestro compromiso con la reducción de CO2 está centrado en la gestión de los equipos de frío. Hay centenares de miles de equipos que su impacto individual es escaso pero colectivamente constituyen nuestra mayor fuente de emisiones. Estamos especializándonos para producir tecnologías que reduzcan radicalmente sus emisiones en estos equipos. Nos hemos comprometido a reducir un 5% las emisiones de CO2 para 2015.
P.- Otro reflejo del compromiso de Coca-Cola con la sostenibilidad ha sido la construcción en Madrid de un edificio con certificación LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño Sostenible). ¿Puede destacar los aspectos más novedosos de este proyecto?
R.- El edificio cuenta con una fachada de doble piel que actúa como un toldo solar permanente, un 20% del material es reciclado, ecológico y bajo en compuestos orgánicos. Toda la madera utilizada tanto en el mobiliario como en la carpintería interior cuenta con certificación FSC. Optimiza la luz natural al interior de las oficinas mediante conductos solares y captadores de fibra óptica y dispone de placas solares térmicas para el 70% del consumo de agua caliente y 140 paneles solares fotovoltaicos para generar electricidad procedente de la energía del sol. La reutilización del 100% de las aguas grises y pluviales para servicios y riego, y la construcción de un jardín con especies autóctonas de la región que requieren bajo consumo de agua, colaboran en la reducción de hasta un 40% en el consumo de agua. EFEverde
